¿Creéis que ha cambiado algo la Enseñanza de este país en los últimos cien años? He aquí un texto muy esclarecedor de cómo era el día a día en una clase cualquiera en 1909 publicado en la revista Nuevo Mundo:
“…no es simplemente un problema de higiene o que se trata de resolver, sino también un grave problema de organización escolar. Asomaos a cualquiera de nuestras escuelas y veréis el cuadro. Los niños clasificados por su edad y saber y divididos en secciones; el maestro se dirige a una de ellas que casi nunca es la de los pequeños, y al frente de las otras hay instructores que enseñan empuñando un librillo de texto… Al principio hay cierto orden; pero bien pronto los grupos se molestan unos a otros y un viento de tempestad corre por la sala. El maestro grita para que le oigan los de su sección, los instructores gritan al preguntar, gritan al contestar los alumnos; las voces son más roncas y más frecuentes los incidentes y las quejas. El maestro no puede continuar; siente la necesidad de reprimir el desorden y amenaza y golpea… Los niños callan y corre un soplo de muerte por la clase. Ya hay orden en la clase, ya puede hablar de nuevo el maestro; pero le escuchan y le entienden unos cuantos, muy pocos, los que tiene delante. Los demás, lejos del maestro, desatendidos, olvidados, no pueden reír ni hablar fuerte, están medrosos y taciturnos, pasan como fantasmas. Esta es nuestra escuela”.
Interesante texto que debería hacernos reflexionar sobre la inutilidad de tanta reformita político-educativa. La última, la Ley Wert, tampoco cambiará esta estampa porque la verdadera reforma, la pedagógica, la de estrategias educativas eficaces aún está por llegar.
Lamentablemente seguimos igual.